domingo, 24 de abril de 2011

Adiós

Mi casa, mi casa

y el sonido de la guitarra, tan mi casa como mi casa

café con crema y espuma

para pintar su sabor en mi lengua

tras la ventana mi lluvia

con tu nombre cayendo con ella

 

Mi cielo, mi cielo

y el sonido de la tierra contra la que caigo, tan mi cielo como mi cielo

tras la ventana tus lágrimas

y su nombre cayendo conmigo

 

Tu cama

la que hoy lleno solo con las huellas

que mis hombros sobre ella

de mis piernas, mis caderas

las euforias de mis bocas

/ la de amante

la de tuya

la de amor

y la de adiós/

y el ímpetu de tus cuerpos

/cuando mío

cuando de ella

aún conmigo

cuando tuyo

aún conmigo

cuando tuyo

y sin mi/

 

/ Tu  cama /

la que hoy lleno solo en el olvido 

el tuyo

/ y en mi adiós /

martes, 19 de abril de 2011

Eres

Eres la imagen redundante, el lugar común de mi poesía, lo que hace perfecto el sonido y el tiempo, el adiós conocido, el retorno esperado.

Eres la intensidad, de mis venas o de la lluvia que arrecia, en las letras que llenan el papel insulso, el no del negado y la oscilación de su seña.

Eres la línea, del mar que besa la arena o del cielo que besa el suelo que flota sobre el océano; Los ojos que ven sin desviar la mirada, aún siendo descaro, la entonación del sarcasmo, lo evidente en lo obvio. 

Eres la imagen perdida en la amnesia de mis manos, cicatriz en la piel: recuerdo y pasado. La sal en la herida: el dolor y la cura, y aquel que diga que el recuerdo es pasado, no tiene vida sino memoria.

Eres entender la muerte como la vida misma: La muerte del toque de tu mano en mi mejilla y la vida en los resquicios de mi piel ante ella. Eres la muerte del deseo entre tus brazos: la vida de una nueva conmoción en mis curvas y tu cuerpo.

Eres la muerte de un momento que dejará vivo en el ocaso de nuestra razón, justo al morir la realidad y vivir el sueño, un presente que no retornará, viviendo el nombre del tiempo, haciendo verbo la vida: Tu amor, muriendo cada minuto que lo entregas y renaciendo en el mismo momento de su muerte para hacerme morir y vivir en su suerte y en la mía.

Eres la curva en la gota, lo torcido en la mentira, la luz en la sombra, el centro entre los extremos.

Eres lo que está aunque no seas, pues no siendo, estás aunque no quieras.

sábado, 2 de abril de 2011

Despiel

Los sentidos se despiden de sus Dioses: tus dedos, mis voces ante su encuentro, que se apartan del camino a encontrar nuevos templos.

Ni siendo mi cuerpo tu religión logramos mantener este culto eterno a la piel que tanto amamos.

Destejer entonces tus sonrisas de mi vientre y tus letargos de mi espalda hacen misión nueva mi existencia:

Rehacer mis dedos lejos de recuerdo alguno del calor de tu boca en el acto ;

Destocar el cielo alcanzado entre tus brazos con el borde de mis labios, besando estrellas desarmadas por el pulso de tu pecho.

Renunciar a tu sabor para encontrar en otra piel un nuevo calibre de locura por el tiempo suficiente armar para nuevos recuerdos que olvidar