lunes, 27 de diciembre de 2010

Recuperándome nocturna II

Guayabo Resentido

Cuéntame cómo es que se convierten los mares hoy en lluvia, si el calor que los hervía se quedó en las telas donde contamos historias

Cuéntame cómo es que los cielos se cubren hoy de nubes si todas se grabaron en tus ojos y en los míos mientras hablábamos sin voces

Cuéntame cómo es que en la tierra hoy nuevamente germinan flores, si todas me las regalaste cuando juraste amores

Cuéntame cómo es que el invierno se transforma en primavera, si el tiempo se detuvo en los besos que me robaste cuando respirábamos pasiones

Cuéntame cómo es que el mundo hoy sigue rotando si la fuerza que lo gira desvaneció junto a mi cuerpo en tus camas y en las mías

Cuéntame cómo es que hoy sigues vivo si dijiste que mi vida era una con la tuya, y yo morí el mismo día en que nombramos la despedida

----------------------------------------------------

Gotas...

Desbebí de a gotas, los besos que llevaba mi boca para dar cabida al caudal que, vivo, arrebató mis labios desde tu aliento

Le desnudé los sueños de convertirse en voz para narrar el tiempo que estuvo cubierta por tu distancia

La convencí que fuera por otra vida carne y no palabras, para vivir las letras que contaran sus hazañas

La carne que hace posible contar historias de besos nuevos y de besos viejos

----------------------------------------------------

Arenas...

Cascajos relojes de arena contando el tiempo entre los nombres y desnombres de lo que somos

Imprecados minutos que descuentan las horas que disfruto tus dedos enredados entre mis cabellos de arena

los mismos que harán proscrita a la distancia entre tu boca y la mía en algún momento después del crepúsculo

los mismo que son cómplices de escrúpulos, los mismos a los que inquiero por qué amarte

los mismos protervos que transcurren mientras se pierde el cielo entre la arena que es mi desierta cama al partir de mi mano tu existencia

----------------------------------------------------

Desencuentros

Enumerando los abusos de tu alma con la mía, para nombrarlos al alba, encuentro los denuestos de tu incuria pasada por extraviado

¿Porqué no te soñaste en un futuro pasado lejos para que me encontraras antes y evitaras los desasosiegos de este presente roto, sin ti?

Si, un presente roto cuando hemos debido tener un futuro alterado y no excesos sin extremos ni besos sin bocas

Un futuro distinto y no amores desmembrados en los tiempo verbales, no pudiendo conjugar presentes sino condicionales gastados

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mis deseos para el 2011

Leoooooo, Leo, Leo, Leo… Leoooo, Leoooooo…. Leooooooooo…! ups perdón, me emocioné, es que está en su mejor momento la temporada de la LVBP y como buena fanática me emociono con la idea sobre todo teniendo a mis amados Leones encabezando la tabla de las clasificatorias. Nací entre fanáticos de los Leones del Caracas, en la cuna que los arropa, la gran Caracas, hoy maltrecha y maltratada por el tiempo y los malos gobiernos, pero que sigue siendo mi gran Caracas. De niña nos llevaban a mi y a mis hermanas a los partidos en el diamante del Universitario y éramos las más felices comprando cuanta camisita, gorrita, cotufitas y perolitos vendieran en el estadio y entendiendo muy poco de lo que era el juego, gozábamos viendo a los hombres grandotes corriendo de almohada en almohada y dándole a la pelota con un bate, quedábamos tan cansadas que llegamos dormidas las tres a la casa.  Con los años, crecimos y entre cosas, a los trancazos y de a poquito, medio aprendimos las reglas del beisbol y ahora de grandes, gozamos igualmente las temporadas. Aprendimos lo divertido de las rivalidades entre fanáticos con el toque del humor venezolano. Yo particularmente, aprendí cosas nuevas con el beisbol, la primera la mala maña de “ligar” las carreras sin hablar (con lo que gozo un “puyero” mandando a callar a la gente en la casa y oyéndoles los gritos por molestar) que me lo enseñó el mismo que me enseñó otras cuantas cosas más relativas a la pelota venezolana, como que al fanático no le gusta leer sino a quien sabe de lo que escribe y que si no sabes de lo que hablas, pues calladito te ves más bonito jajajajaja. Descubrí lo sabroso que es buscarse un rinconcito en algún sitio a disfrutar con los panas, cuando no puedes ir al estadio a ver la temporada, a tomarse las cervezas y a fregarle la paciencia a algún magallanero arrepentido o un tigre de muchas rayas (humor de caraquista, mis disculpas) y ahora, que tengo el Blackberry, agregué otra diversión a la temporada, me divierto como nunca leyendo los chistes que se inventa el venezolano ante la derrota o la pérdida de cada uno de sus equipos, los escándalos que arman por el PIN luego de la victoria y el silencio de teléfonos apagados luego de la fanfarronería. Sí, definitivamente la pelota venezolana me encanta y disfruto las temporadas. Esperemos que nuestra  realidad política no se intensifique en términos de dolor y nos permita abstraernos de ella un par de horas más en esta navidades que se han desvanecido entre las tragedias naturales y la tragedia de gobernantes que nos gastamos en Venezuela. Hasta ahora he visto gran parte de los juegos de las clasificatorias, pero sólo uno cautivó mi stress, mi atención y mi emoción en esta temporada tanto como el penúltimo juego de la final del año pasado, y fue el ocurrido en el Estadio Universitario el día martes entre los eternos rivales, juego donde hubo desde “OUT” en la goma hasta “pelotas incrustadas”, un juego excesivamente emocionante que se empató a 6 carreras en el noveno inning, teniendo en su haber Los Gloriosos Leones dos estrikes, tres bolas y dos out con el Poderoso Kroeger al bate, convirtiéndose en “La Pesadilla” de nuestros rivales por excelencia en el terreno de juego hasta el inning 12, cuando terminara con un doble de “La Pesadilla” para ganar el partido, la seria particular contra los Magallanes y el primer puesto en la tabla de clasificatorias. Justo días atrás estaba comentando uno de los narradores de uno de estos canales de televisión que este año los Leones no se habían destacado por su normal conducta de remontar juegos que iban perdiendo en los últimos innings, lo que ciertamente cambió, en especial ese día.

Tengo que reconocer con sinceridad que me encanta el beisbol, lo disfruto, más que el futbol, pero en especial amo el beisbol venezolano porque cada uno de los equipos, aunque no lo parezca, son muestras vivas de los gentilicios y características propias de cada uno de los sitios a los que pertenecen, los Leones con su tenacidad y su sorpresiva capacidad de despertar justo cuando es necesario, Magallanes con su arrogancia, pero debo reconocer, juego de calidad y las Aguilas con típica acidez e irreverencia en el terreno de juego como en la vida de la “República Independiente del Zulia”, por ejemplo, y ciertamente espero que algún día sea, nuevamente el Beisbol la única rivalidad que exista entre nosotros, los hermanos venezolanos.

Un beso mi gente, y nos vemos en el espejo…

sábado, 4 de diciembre de 2010

Paciencia…

Bésame ¿qué esperas? Apura tu boca, apura tus pasos, ¿no te das cuenta que contagio al tiempo de mi impaciencia?

Bésame, que tu boca es gota que da vida al sediento pergamino que se hace piel ante su roce; ¿es que acaso no te das cuenta?

Si pudiera la gota de lluvia elegir su destino entre el fiero calor de la tez y el gélido yacer de la lata, ahogaría el mundo por el primero

No es gratuita la renuncia a la libertad de las lágrimas apresadas en los ojos, ¿qué caudal reprime su marcha?

Solo aquel que espera un segundo que dé calidez a su cuerpo

No, no es gratuita la renuncia de las lágrimas a la libertad, aceptan mártires ser la tristeza en vida para morir tocando la piel y el alma

Así que bésame, ¿qué esperas? Sé la gota que cumpla su destino sin tanta tardanza, deja la paciencia a las lágrimas