martes, 7 de septiembre de 2010

Tiempo

El blog de hoy se lo voy a dedicar a mi hermana (yo sé que ellas saben que todo tiene su tiempo preciso y precioso en esta vida); y se lo voy a dedicar a mi hermana porque voy a dedicar este post a un libreta que ella me regaló ayer. La libreta viene de Argentina. Estoy segura que muchos dirán pero y ¿qué coño tiene de especial un pedazo de cartón con un poco de alambres y  papeles que sirven para rayar y que además se acaban y no queda sino botarlo?. Bueno, pues les cuento. No es una libreta cualquiera. Es una libreta artesanal, hecha a mano. Sus tapas son de madera, hechas por el propio creador, a mano, el papel es artesanal y reciclado, está pintada por un artista, pues sólo alguien que lo es puede evocar el sentimiento de los colores de las 6:15 de la tarde, con un paisaje hecho en plumilla negra, un paisaje que fácilmente podría ser alguno de los que yo misma dibujé en algún momento hace muchos años. Además de eso, se abre hacia arriba, lo que la hace además de hermosa práctica. Y el olor! El olor de óleo y trementina de muchos años atrás de cuando creaba los recuerdos para ser quien soy hoy día, es así ¿cómo los cuadros que ya terminaste y aunque están secos se siente que están hechos recientemente? Las páginas son blancas y contrastan espectacularmente con el negro de los bordes y de la plumilla del paisaje, se parece a mi contraste, evocadora y provocadora (jajajajaja). Pesa pero no mucho, es del tamaño de una cuarta de mi mano, el tamaño perfecto para mi. Le hice una bolsita para que no se dañe y poder tenerla en mi cartera, y que se añeje conmigo, que me acompañe todo el tiempo, junto con todo lo que es ella, pero que ese tiempo  no la dañe, que se añeje de la manera más delicada posible pues hay que cuidar las cosas que queremos. Si, me encanta ella.

Sé que así como pensaron cuando dije de que se iba a tratar mi post, dirán, aja, es una libreta linda, especial, pero sirve para anotar mensajes al lado del teléfono de una manera chic, tampoco es para dedicarle un post. Pues bueno, les vuelvo a contar. Esa libreta trajo consigo varias cosas: recuerdos que había olvidado, cosas que por alguna razón había dejado pasar y la certeza de que quienes me quieren saben quien soy, a pesar de todo, a pesar de mi. Cuando estaba en otra época  coleccionaba libretas, las tenías de todas partes, de todos los colores y tamaños, de todos los tipos y modelos. Y siempre cargaba una o dos en la cartera. Confieso que me obsesionan, me encantan, las tenía y las usaba, algunas, todavía las encuentro por ahí, otras cayeron en las manos de mi hermosa beba, otras simplemente se perdieron con el paso de los años. Pero siempre que encuentro alguna me emociono. Algo bueno tienen adentro. Además de ello, significa mucho que haya llegado en este momento, importante y de cambios en mi vida, para acompañarme, y servirme, y confirmar que sí, creo en las señales. Es un mensaje claro de que no pude escoger mejor momento para que lo que estaba perdido regresara, es el tiempo perfecto para hacer realidades y además, es muestra indubitable de que cuento con un apoyo importante. Es muestra de que cuando llegan las segundas oportunidades, nunca, nunca, nunca se deben dejar pasar. Definitivamente sí, este es uno de los post mejores empleados que he podido tener.

Un beso hermanita, y gente, nos vemos en el espejo...