“Si supiera…cuánto quiero hacerle reír, no una noche, no un día, no una cama, sino cada noche cuando va a dormir. Si supiera… cuánto quiero que sienta la certeza de tener siempre a donde retornar, que pueda partir sin temor de no encontrarlo al regresar. Si supiera… cuánto quiero que se vea a través de mis ojos para que vea que sólo veo lo mejor de sí. Si supiera…cuánto quiero que sienta la confianza suficiente como para desmontar su carga y ordenarla juntos bajo una mata en una hamaca. Si supiera… cuánto quiero que me sienta tan propia como para querer cuidarme. Si supiera… cuánto quiero agregar a su historia un cuento bonito pero de esos que son de verdad. Si supiera… cuánto quiero hacerle reír, cada noche cuando va a dormir…”