martes, 25 de mayo de 2010

Cuestiones del Proceso

Debo empezar confesando que cuando escribí el título pensé en cambiarlo pues me sentí roja rojita (para los que vivimos en Venezuela esta claro el pensamiento), pero después me negué a hacerlo pues estoy convencida de que tenemos que recuperar el castellano, el rojo, la seguridad, la paz, la justicia, y de eso precisamente se trata mi blog de hoy, de la justicia: No somos pocos los que nos dedicamos al derecho en el país, por el contrario somos muchos y todos los días se incrementa el número, lo que esta bien en mi opinión, que no sólo ejerzo la profesión de manera libre y teniendo (desde hace ya aproximadamente nueve años de vida / coño mamá te estas poniendo vieja!) a veces el honor otras tantas desatino de participar en la formación de algunos de los que hoy forman parte de esos que se dedican al derecho; y creo que, en teoría al menos, es bueno que seamos muchos pues en la medida en que hayan abogados la sociedad debería tender a ser cada vez una sociedad más justa (jajajaja aunque los abogados no es que somos los más queridos precisamente, pero eso es tema para otro día) así que este blog va dirigido a esos muchos que se dedican algunas muchas horas de vida, pestañas y neuronas al derecho como forma de vida, y a quienes, aún cuando no se dedican a ello, tengan curiosidad: Todos los que estudiamos derecho pasamos por ahí, algunos con la buena lid de tener profesores estupendos que nos enseñaran lo suficiente de la teoría del proceso como para comprenderlo en su real sentido, otros, entre los que me cuento, con la suerte de tener a alguien que fuera brillante pero coño e madre para enseñar, otros, que aún cuando eran brillantes y coños de madre, te enseñaban; y quienes no han estudiado derecho alguna vez han sufrido las buenas y malas experiencias de ser parte de algún proceso, ya sea judicial o administrativamente hablando. Pero, ¿que es eso?… Ciertamente no es el proceso vulgar, grosero, ordinario, pobremente desarrollado y tristemente ejecutado al que hace referencia Esteban en su discurso trillado y demagogo; al menos no al que voy a referirme. El proceso del que hablo es un instrumento creado por la sociedad a través de la ley cuyo fin fundamental es la resolución de los conflictos de intereses y derechos que puedan presentarse entre individuos que coexisten en una sociedad como miembros de ella, o como mejor lo describe la Constitución de la República ¨Bolivariana¨de Venezuela “es el instrumento fundamental de la realización de la justicia…”. en él intervienen entonces varios sujetos, que son el accionante, el accionado y el órgano jurisdiccional. Es decir, y en términos cristianos: Uno que pide, otro a quien le piden y el que tiene la facultad para decidir si quien pide puede pedir y si a quien le piden tiene que dar. Ésta invención constituyó, junto con el nacimiento de la sociedad, la más pura demostración de civilización del hombre, al apartar la solución de los conflictos de la propia mano y del deseo de venganza personal y permitir que los problemas se solucionaran con el racional conocimiento de los hechos que producen el conflicto, apartando de la solución la visión nublada por las pasiones subjetivas y dando la posibilidad a quien tenga condiciones psicológicas, morales y personales de opinar sobre cómo debe resolverse el conflicto; el proceso fue la vía para salir del ojo por ojo, diente por diente, y del garrote. Así, con el paso del tiempo, desde el más primitivo sistema por el cual no existían procesos anteriores a los problemas sino que era establecido en el momento por aquel que decidía diciendo a las partes que debían probar conforme al caso para saber quien tenía razón y quien no, pasando por Salomón en la Biblia usando como medios de prueba no más que la consciencia de los individuos; pasando por la etapa del oscurantismo (nefasta en la era de la humanidad, necesaria para algunos) en la que la prueba se basaba en la fortaleza del espíritu y la voluntad divina de soportar torturas para determinar la culpabilidad o no de los hombres, o el sometimiento a atroces lesiones y tratos para determinar quien era el inocente de corazón por mandato de los dioses, hasta las más modernas teorías en la que se permite un sistema plenamente oral donde los conflictos se resuelven con fundamento a la opinión de quienes conocen la ley, al hombre y estado, el proceso, ese conjunto de actos que van a permitir la solución permanente de los problemas en la búsqueda de la justicia como valor fundamental, y los distintos momentos por lo que ha pasado demuestran el deseo de la humanidad de avanzar (nunca retroceder) en la búsqueda de la realización personal y colectiva (y ojo no soy miss, no me acerco a serlo) la paz (jajaja mundial) personal y colectiva, o en pocas palabras, la utópica felicidad. ¿Dónde queda Venezuela en medio de todo eso? ¿Dónde queda la Venezuela que vivimos actualmente en medio de ello? Uffffffff….. vamos a ver…. Actualmente en Venezuela, conforme establece la Constitución tenemos un sólo proceso, que es el mismo para todo, tanto judicial como administrativamente, que está regulado (en teoría) por el artículo 49 de la Constitución y el 257 de la misma (en teoría). Luego, de acuerdo a la materia, existen cuatro grandes formas de procesos dentro del área judicial: 1) para la protección de los derechos privados (a grandes rasgos relativos al patrimonio y la manera de disponerlo) llamado el proceso dispositivo, un proceso que es de las partes; 2) Uno para la protección de los derechos sociales (dentro de los que están el laboral como procedimiento por excelencia social, la protección de niños, lo relativo al arrendamiento de bienes inmuebles, el derecho agrario, amparos, etc.) que es de orden público y de derecho social, parcialmente inquisitivo y proteccionista por el tipo de derechos que se ponen en conflicto; 3) uno para la imposición de sanciones (el que se usa para juzgar y sancionar por delitos y faltas) tendiente al sistema acusatorio, pero que se ubica dentro del sistema mixto por no ser totalmente oral y (en mi humilde opinión) sumamente desvirtuado; y finalmente 4) Uno para resolver los problemas, broncas, encontronazos, rollos de la gente con el Estado y sus funcionarios, supuestamente garantista y proteccionista del “bien común” y la justicia. Ahora bien, el proceso civil que es el que más se ha mantenido en el tiempo casi inmutable, sin embargo, ya ha sido víctima de algunas “revisiones” supuestamente para acercarlo más al deseo contenido en la Constitución; El sistema penal acusatorio, que dio un giro de 180° al apartarse del sistema inquisitivo y arrimarse al deseo mundial de respeto de los derechos humanos, que nació como un proceso que acercaba la justicia a los justiciables, que hacía posible la responsabilidad de la sociedad por las sanciones que se imponían obligándola a participar en la búsqueda de la paz y asegurando el conocimiento de los derechos y permitiendo que fuera ella misma la productora de su destino, de sus tabúes, de sus posibles y morales, obligándola a crecer y a avanzar, a forjarse principios colectivos de comportamiento a través de los jurados y los escabinos, fue destrozado al eliminarse en una primera estocada los jurados y continúa siendo objeto de ataques al desmantelarse gradualmente el sistema de escabinos, alejando nuevamente la justicia de quienes se someten a ella, tergiversando el “poder público”, casi en un retorno al sistema que antes existía, con la pequeña diferencia que ahora no está en manos del Juez sino en manos de un poder MORAL de moral (ojo moral colectiva) discutible, apartando la justicia de los únicos que pueden sentirla para convertirla en una desconocida. El sistema laboral, modificado bajo los concepto más cercanos que se hayan tenido del concepto civilizado al creer en la posibilidad de resolver los conflictos hablando, tomando café,sacando cuentas, a veces llorando frente al que te boto y era tu amigo o tan impersonal como podría ser la relación de trabajo de quien trabajó en una empresa grandota y nunca se han visto, pero que regresa a la conversación con árbitro para solucionar los conflictos, también se ha visto mancillada para cambiar al árbitro por el reyezuelo que dispone cuanto y como, así como ocurrió en el sistema de protección de la familia y de los niños donde al parecer la protección de familia no es lo importante sino el dinero que das o recibes, apartándose de las instituciones y fundamentos de la sociedad. Y finalmente el sistema de control del poder público, regido hasta ahora por Jurisprudencia, y al cual va a regir una ley que tardó 12 años en ser aprobada y que, después de todo ese tiempo, no establece procedimiento sino que manda a regirse por otra que, antes lo tenía pero que fue reformada y ya no tiene, es decir, un sistema casi de jurisprudencia libre retornado a 1954 en el 2010. Entonces, ¿dónde queda Venezuela? pues creo que el proceso, las reglas que lo rigen y la manera en que se desarrollan, es reflejo de los niveles de civilización de una sociedad; basta con mirar como se protege el patrimonio, cómo se juzgan a las personas, cómo se protegen a los niños, a quienes trabajan, cómo se imponen las sanciones, quienes están presos, como se determinó quien debía estar preso y quien no, y como se les trata mientras lo están; basta con ver cómo se equilibra el poder con los derechos, para conocer la calidad de la sociedad y de sus miembros; basta con ver como se solucionan los problemas para determinar el grado de madurez y humanidad de los hombres, y saben qué, estoy segura que el reflejo que estamos viendo, es una imagen distorsionada de la verdadera calidad de Venezuela, producto de un lente roto puesto frente al espejo, después de todo, no importa cuantos principios rijan al proceso, si a quienes participan en él le importan “los medios” y no “los principios” Ya esta bueno por hoy… cuídense y nos vemos en el espejo…

Un ratico

Tengo tiempo, podría decir años aunque sonara exagerada, pensando en escribir y nunca me había atrevido, fue una maquina nueva que me regalaron de cumpleaños que me traía un poco de programas de Microsoft entre los que están uno que se llama Windows Live Writer el que me metió en este paquete (obviamente la curiosidad influyó y tuvo gran parte de la culpa por supuesto, si no toda) y ahora pues resulta que ahora tengo un blog… ¡Un blog! ¿¿¿¿¿que carajos hago ahora con un blog????????? Bue… como no me gusta recular me toca echar pa’lante, algo se nos ocurrirá, después de todo siempre hay que decir… Nos vemos en el espejo!