Recuperándome nocturna

(Imágenes recuperadas de mis noches y madrugadas en Twitter®) No los comento ahora, quizás en algún tiempo agregue algo de las historias que siempre acompañan a todo lo escribo; sin embargo, si algún comentario lo recibo con emoción.

Liberando...

Cargo el alma en gerundio, debe ser que mi día terminar tarde en eso de la actividad...

Agradecería en este momento el aliento cálido que me regalan las líneas del sur de tu perfil... Quizás así logre entregarme al "es"

Nómbrame en infinitivo para convertirme en la esencia misma de mi nombre en tus labios

Recuerda que mi alma es letra y esta noche ante tu ausencia se dispersa... Llega pronto para que tomen sentido con tu voz

Si buscase una razón para quererte creo que la más sincera sería que tu locura acoplada es capaz de organizar la voz huraña que soy

Esta noche se quedan en mi piel las letras desvencijadas pues tu voz de guitarra convierte en concreto lo etéreo, en cuerpo el alma

El atontamiento de mis pestañas que caen cual cascadas no es deseos de soñar, sino la búsqueda del camino para liberar imágenes

Imágenes atrapadas entre tu boca y mis sueños, entre la caligrafía de mi espíritu y la ortografía de tu pecho

Imágenes de dos mundanos que se encontraron para hacer eterno lo incompleto pues los dioses sonríen al compás perfecto de los complementos

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Mío...

Salvo tu pecho lloviznado de los recuerdos por venir, nada amo más que mi cama, por sus recuerdos y a pesar de ellos;

Salvo el ruido que impeles, prefiero el silencio que envuelve mi boca, porque me escucho mejor y a pesar de que en él me escucho;

Salvo la historia que llevas en tus manos, prefiero la mía por los caminos andados y a pesar del recorrido;

Salvo un incierto mío en tu existencia, prefiero lo inexacto de mi vida por lo imperfecto y a pesar de lo que falta por llegar;

Salvo la compañía que encontré en la distancia que nos separa, prefiero la soledad por su silencio y a pesar de la ausencia;

Salvo las caricias que entre tus sábanas habrá, prefiero las caricias que están en los recuerdos de mis sabanas y a pesar que sólo en ellos están;

Salvo los amaneceres que junto a ti conoceré, prefiero los que guardan mis pupilas porque todos ellos son únicos y a pesar que nunca se repetirán;

Y a pesar de que te doy la salvedad de algún espacio en mi pecho, siempre he de preferir los míos porque son míos y porque en ellos te incluirás.

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Matices...

Dibújame en blanco y negro e ilumina en el lienzo los espacios de tez alcanzados por el fugaz cariño dicho a boca sobre mi túnica de vida

Y agrega a las migas que dejaste de mi esencia, al salir el sol, luz a mi piel con tus dedos, cual retrato a carboncillo.

Amanéceme entre los matices del arcoíris en escala de grises, que nace en tus ojos y termina en el mundo claroscuro de tu lecho;

Claroscuro porque eres luz y sombra de mis deseos, paz y guerra de mis amores, blanco y negro de mi futuro, bueno y malo de mi misma;

Despíntame las pupilas de los sueños, nubladas por la incertidumbre de tus querencias y agrega el brillo que necesitan los ojos del tiempo;

Tiempo que es tiempo e ilusiones, tiempo que es tiempo y deseo de hacer pretérito en el alma este retrato que hoy dibujas en mi cuerpo;

Pretérito de solo un bosquejo de los matices del blanco y negro que puede tener la vida junto a ti

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A destajo...

Tiempo de besos a destajo, que dejan la boca justo entre el ayer y el mañana con huellas de intimidad entre tu vida y la mía

Tiempo de pensamientos a destajo...

Horas de recato censurado pues el destiempo arrebata las pasiones a destajo

Queriéndote a destajo pues no te dejas querer de una sola vez.... Queriéndote a destajo porque hoy canto hasta el final

Hoy hay tristezas incompletas porque tu alma inopia no merece más que lágrimas a destajo

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Fuego...

Divaga esta noche junto a mí, hoy soy delta del desconsuelo del mundo. Llévame donde tener sangre en las venas no quema la piel.

Llévame al lugar donde no son inevitables las lágrimas del destino ante la calidez de tus besos, donde es eterno lo bello, donde eres sueño.

Llévame al lugar donde se acabe la sed de hacer hielo mi bajo piel;

Donde la pertinacia de mis letras nombradas por tu voz no sean fuego que deja cicatriz sino fuego que desboca lícitas las ambiciones de mi boca.

Condúceme al lugar donde es nulo mi denuedo, donde no resquebrajan cielos mi voluntad, donde no agrieta arcoíris mi naturaleza.

Divaga hoy junto a mí, envuélveme en ese sitio donde es lógico tener ríos encendidos bajo la piel, dame, esta noche, asilo en tu regazo.

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Tú...

Que callen la cuerdas de las arpas de los ángeles, que se silencien en el cielo el canto de los querubines;

Que no se escuchen a mi alrededor las caídas de las cascadas del paraíso prometido, que me corten las alas;

Hoy soy ángel caído ante ti, hoy hago profana mi esencia si ello me lleva a pertenecerte hoy soy ángel caído de mis recuerdo y mi propia tierra de gracia. Renuncio a los desmanes y accidentes de este cuento

Hoy te hago dueño de cada meandro de mi cosmos para que lo conviertas en tu orbe. Hoy te dejo mi universo para que lo hagas caos, lo hagas Tú

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Limbo...

Delirar que le pongo un nombre a los afectos de la carne unida con la virtud, soñar que le pongo un nombre a los amores perdidos; creer que es posible desagraviar al tiempo como si tuviera retorno, contener las ansias rotas; los desazones del tino;

Argüirle a la antinomia de mi misma entre tu existencia que no, que es percepción la vida y que son realidad los sueños;

Rayar el cielo con mis dedos, cual creyones de cera, pintando que soy de Dioses aunque humana en naturaleza;

Caminar sobre la balanza de tus caprichos y los míos, para encontrarme al abrir los ojos, en el limbo entre un adiós y un bienvenido.

Besos mi gente bonita… y nos vemos en el espejo…

Esta mañana tenté al demonio

“No tengo idea de cómo comenzar este post, pero sí sé a quién se lo quiero dedicar, me encanta cuando las palabras sobran, que puedo decir, soy una romántica empedernida. La verdad es que hoy quiero hablarles del duelo, pero no de la parte fea del duelo, sino de la que realmente importa. El duelo es una circunstancia necesaria en la vida, algunos son cortos, casi ni lo perciben ni siquiera quienes lo viven, es ese que se produce con las pequeñas decepciones diarias; hay otras oportunidades en que es largo y doloroso; en ambos casos es el paso previo a la aceptación…”

Eso no es un extracto de ningún autor reconocido, a menos que lleguemos a ese lugar común que nombra a mi alma un libro. Eso lo escribí yo, hace tiempo ya, por eso me escribo entre comillas. Sí, confieso que hace varios meses atrás escribí un post que nunca publiqué porque no sentí honesto publicarlo en ese tiempo, aún me faltaban cosas por aprender, pero como todos los que escribimos, aún cuando nos editamos, nos exigimos, en honor a la sinceridad, no censurarnos, en ningún sentido. Así que, para mi propio defensa debo decir, que no me censuré, simplemente permití que el tiempo diera espacio a las palabras que hoy digo. La verdad es que lo releo y estaba incompleto, al menos, faltaba algo de mí. De hecho una persona que lo vio sólo pudo comentar “…está muy bien escrito…” pero no me encontró en él, aún cuando no lo dijo, sé que no me encontró en él. Así que no queda de otra que comenzar de nuevo, y voy a comenzar así:

No tengo idea de cómo comenzar este post, pero sí sé a quién se lo quiero dedicar, me encanta cuando las palabras sobran, que puedo decir, soy una romántica empedernida. Esta mañana tenté al demonio, tenía ganas de escribir así que sacudí las fibras y le mandé un mensaje, y él me respondió; saben que me respondió? Me respondió ésto: “Ja!Ja!Ja!… revisa los hilos que salen de tus extremidades… esos que hacen que te muevas en la dirección que yo deseo… esos que aún llevas con un placer enfermizo… esos que te dominan pero que al mismo tiempo NO TE DEJAN CAER… querías material para escribir?… ESCRIBE!!!!! Jajajaja, la conversación fue todavía mucho más larga, y terminó en silencio de su parte, obviamente porque pretender establecer que sigue mandando en mi vida de la misma manera en que lo ha hecho siempre, jajajajajajajajaja…. Entonces me di cuenta, mi vida no es lo mismo que fue hace varios años atrás, no es ni siquiera lo mismo que fue hace unos meses atrás. Confieso que viví un tiempo de duelo, por varias perdidas, pérdidas físicas y afectivas que afectaron profundamente mi manera de ver la vida, que me golpearon fuertemente y para las que no estaba preparada, así que, como en todo duelo, salieron a relucir los demonios que aprovechan ese tiempo de vulnerabilidad para poder hacer de las suyas; por eso debo nuevamente confesar que me costó manejar de muchas maneras las pérdidas propias y naturales del devenir; lo bueno, es que aprendí. Por eso es que hoy quiero hablarles del duelo, pero no de la parte fea del duelo, sino de la que realmente importa. El duelo es una circunstancia necesaria en la vida; algunos son cortos, casi ni lo perciben ni siquiera quienes lo viven, es ese que se produce con las pequeñas decepciones diarias; hay otras oportunidades en que es largo y doloroso; en ambos casos es el paso previo a la aceptación. No importa cuál, el duelo es necesario, y para poder aprovecharlo debe saberse dos cosas, primero, que lo común a todos los duelos son los demonios que se presentan; lo segundo, que lo propio de cada uno es la manera en que los enfrentas; ese enfrentamiento dependerá directamente de la manera en que has vivido tu vida, pues ella es la conclusión de tus acciones, cuan mejor hayas vivido tu vida más pequeños serán tus demonios, no porque ellos sean pequeños, sino porque tú serás más grande. Si me escucha, picado como es, estoy segura que replicará para confirmar su teoría de que nunca crezco y de que más que él no puede nadie, ojalá, me divierto con eso porque entre las muchas cosas que aprendí es que no hay nada más sabroso ni que te dé más certeza de que has superado una etapa de tu vida, que el hecho de poder llamar a tus demonios e invitarlos a tomarse un café, sentarse a hablar con ellos y dejarlos que se queden cuanto sea necesario, inclusive, no hay nada más sabroso que aprender a vivir con ellos y dejarlos que se vayan cuando creen que deben hacerlo, pues, no hay nada más sabroso que tomar las riendas de tu vida. Si, así de mucho he aprendido, sin embargo, ahora es que me queda camino, tengo cosas por conversar con los pequeños mounstricos, eran ariscos y agresivos, pero ya no lo son tanto, ahorita sólo son atrevidos y sacan mi lado temerario, pues coqueteo con la idea de su presencia en mi vida, que sea el tiempo el que diga. Como dije al principio, no sé como comenzarlo, pero sí se a quien se lo quiero dedicar.”

Jajajajaja… nos vemos en el espejo…