lunes, 27 de septiembre de 2010

52 es más que 95

Me tomé el café de la mañana y esta vez me supo distinto a todas la mañanas; si, mi café tempranero siempre lo disfruto porque  tomármelo me indica que desperté y estoy viva, que tengo una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, que tengo una nueva oportunidad de ser feliz, que tengo una nueva oportunidad de ser luz! Vivir la vida con optimismo es cosa de todos los días, es un trabajo de valorar detalles y las cosas pequeñas porque en mi Venezuela desde hace tiempo el macro no es un macro de optimismo. Pero esta mañana, cuando me levanté y me tomé el café mañanero, me supo a Venezuela con esperanza. Tenemos mayoría de gente inteligente, tenemos mayoría de gente con aspiraciones, tenemos mayoría de ganas de cuidar a nuestros hijos, de darles un país productivo y un país capaz de lograr todo lo que le han arrebatado. Sí tenemos un país de mayoría de mayorías.

El que alguna vez ha leído algo sobre el historicismo sabe que es una corriente filosófica que estableció que la filosofía era una herramienta que debía basarse en el devenir histórico para determinar formas de vida. Ninguna corriente filosófica es perfecta, pero todas tienen su espacio en la humanidad y éste es el momento del Historicismo en Venezuela. Estamos en tiempo de decisiones, de las más difíciles pues son decisiones que se tienen que tomar sobre la marcha y son decisiones que no pueden dejarse a los líderes políticos o a los líderes partidistas. Es el momento de decidir ser inteligente y querer a tu país tú. La vida de comodidad nos ha costado esta época en la que vivimos. Siéntate, cierra los ojos y reflexiona; es verdad, Venezuela está dividida en tres sectores claramente definidos: los “Chavistas” “la oposición” y los que no quieren ni a uno ni a otro bando; si es verdad, si los que no pertenecen ni a uno ni a otro bando hubiesen sido más activos el momento podría ser muy distinto; pero no es tiempo de reproches; este es tiempo de comprensión y de inteligencia emocional y ciudadana. Cuando te pasan una factura, tienes que decidir que hacer con ella, si la pagas o la rebotas, y en este caso, la historia nos ha pasado factura a todos los venezolanos, y creo que es tiempo de pagarla. Sí, hemos sido cómodos durante muchos años, hemos dejado que piensen por nosotros, que hagan por nosotros, que vivan por nosotros; si de buscar responsabilidades se trata, el momento nos exige honestidad. Sí, es verdad, los políticos que usaban el voto castigo y el voto automático, que crearon una educación partidista y no ciudadana y que hicieron que generaciones enteras se acostumbraran al “te doy” tienen culpa del momento que vivimos hoy en día, es cierto; pero gran parte de esa responsabilidad está en todo aquel que se acostumbró a eso, en todo aquel que hoy día practica el discurso “el robaba pero por lo menos dejaba que los otros tuvieran”;  Gente, es tiempo de aprender lecciones, es tiempo de pagar facturas, y es tiempo de tomar decisiones. El día de ayer nos hizo recordar de que estamos hechos, somos gente inteligente, somos gente con corazón de futuro, somos gente que cree en la libertad! Pero creer no es suficiente! Tienes que vivirla! Y vivirla implica ejercerla. Venezuela es tuya y tu vida es tuya. Si es cierto, no obtuvimos la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero mostramos que de manera cívica, sin violencia, sin agresión, sin sangre, podemos unirnos. Así que piensa, no es tiempo de regresar al pasado, es tiempo de dar el paso que desesperadamente buscaba Venezuela hace 12 años atrás, pero hacerlo bien esta vez. El que tiene dos dedos de frente sabe que hoy, 52 es más que 95, el que tiene dos dedos de frente, sabe que hoy Venezuela logró romper las leyes matemáticas y se creció como país; es tiempo de educar, es tiempo de enseñar y es tiempo de explicarle al que aún no se ha dado cuenta, que los líderes políticos los hacemos nosotros, que el carisma no es suficiente! Siempre he dicho que el sentido del humor es el mejor signo de inteligencia que existe y el venezolano tiene una chispa que nadie, lean bien, nadie supera! Así que si vas a criticar hazlo con la intención de enseñar, Venezuela es tuya, cuídala! El proceso es lento, pero siendo lo que somos, podemos superar una crisis que en otros países ha requerido de centenares de años enteros en la mitad del tiempo, sólo necesitas querer. Si algo quieres aprender de lo que ocurrió ayer piensa y date cuenta… La libertad no es algo que tienes que esperar que te den, la libertad es tuya, para tenerla sólo tienes que ser libre! Late corazón de Venezuela! Sé libre de una vez y para siempre!!

Nos vemos en el espejo…!

martes, 7 de septiembre de 2010

Tiempo

El blog de hoy se lo voy a dedicar a mi hermana (yo sé que ellas saben que todo tiene su tiempo preciso y precioso en esta vida); y se lo voy a dedicar a mi hermana porque voy a dedicar este post a un libreta que ella me regaló ayer. La libreta viene de Argentina. Estoy segura que muchos dirán pero y ¿qué coño tiene de especial un pedazo de cartón con un poco de alambres y  papeles que sirven para rayar y que además se acaban y no queda sino botarlo?. Bueno, pues les cuento. No es una libreta cualquiera. Es una libreta artesanal, hecha a mano. Sus tapas son de madera, hechas por el propio creador, a mano, el papel es artesanal y reciclado, está pintada por un artista, pues sólo alguien que lo es puede evocar el sentimiento de los colores de las 6:15 de la tarde, con un paisaje hecho en plumilla negra, un paisaje que fácilmente podría ser alguno de los que yo misma dibujé en algún momento hace muchos años. Además de eso, se abre hacia arriba, lo que la hace además de hermosa práctica. Y el olor! El olor de óleo y trementina de muchos años atrás de cuando creaba los recuerdos para ser quien soy hoy día, es así ¿cómo los cuadros que ya terminaste y aunque están secos se siente que están hechos recientemente? Las páginas son blancas y contrastan espectacularmente con el negro de los bordes y de la plumilla del paisaje, se parece a mi contraste, evocadora y provocadora (jajajajaja). Pesa pero no mucho, es del tamaño de una cuarta de mi mano, el tamaño perfecto para mi. Le hice una bolsita para que no se dañe y poder tenerla en mi cartera, y que se añeje conmigo, que me acompañe todo el tiempo, junto con todo lo que es ella, pero que ese tiempo  no la dañe, que se añeje de la manera más delicada posible pues hay que cuidar las cosas que queremos. Si, me encanta ella.

Sé que así como pensaron cuando dije de que se iba a tratar mi post, dirán, aja, es una libreta linda, especial, pero sirve para anotar mensajes al lado del teléfono de una manera chic, tampoco es para dedicarle un post. Pues bueno, les vuelvo a contar. Esa libreta trajo consigo varias cosas: recuerdos que había olvidado, cosas que por alguna razón había dejado pasar y la certeza de que quienes me quieren saben quien soy, a pesar de todo, a pesar de mi. Cuando estaba en otra época  coleccionaba libretas, las tenías de todas partes, de todos los colores y tamaños, de todos los tipos y modelos. Y siempre cargaba una o dos en la cartera. Confieso que me obsesionan, me encantan, las tenía y las usaba, algunas, todavía las encuentro por ahí, otras cayeron en las manos de mi hermosa beba, otras simplemente se perdieron con el paso de los años. Pero siempre que encuentro alguna me emociono. Algo bueno tienen adentro. Además de ello, significa mucho que haya llegado en este momento, importante y de cambios en mi vida, para acompañarme, y servirme, y confirmar que sí, creo en las señales. Es un mensaje claro de que no pude escoger mejor momento para que lo que estaba perdido regresara, es el tiempo perfecto para hacer realidades y además, es muestra indubitable de que cuento con un apoyo importante. Es muestra de que cuando llegan las segundas oportunidades, nunca, nunca, nunca se deben dejar pasar. Definitivamente sí, este es uno de los post mejores empleados que he podido tener.

Un beso hermanita, y gente, nos vemos en el espejo...

domingo, 5 de septiembre de 2010

El alma en blanco

Te propongo un reto “cielo”

un reto bien sencillito

hazme hacer lo que no he podido

ahorita que sé que puedo

Tus besos y tu remanso

me ponen el alma en blanco

así que enséñame a desaprender

lo que he “malaprendido”

Y enséñame las cosas nuevas

de a poquito y por pasitos

Por eso te digo, cielo,

no importa cuanto te quedes

mientras te quedes un ratico

así que dame un intensivo

de lo que es querer bonito